Una vez trabajado el sentido del gusto y los cuatro sabores principales, nos pusimos manos a la obra, o, mejor dicho ¡Manos a la masa! Y es que nos convertimos en chefs por unas horas para hacer nuestras propias galletas con forma de luna, para lo que contamos, además, con la imprescindible participación y gran ayuda de varias familias. Todo el cole se acercaba a nuestras clases atraídos y atraídas por el olor… ¡Qué dulces y qué ricas estaban nuestras «lunas»!
